La música es un lenguaje universal, y los círculos de tambor son utilizados como herramienta para mejorar la salud física y mental, así como crear lazos de comunidad entre grupos de personas sin importar su edad, origen o lengua.

Mediante diferentes dinámicas, los participantes se comunicarán a través de un instrumento de percusión (tambores, sonajas), serán escuchados a la vez que deberán escuchar al resto de sus compañeros.

La percusión en grupo fomenta la unión del colectivo y el trabajo en equipo para lograr un objetivo común; al mismo tiempo que trabaja en cada individuo liberando emociones negativas, creencias limitantes y mejorando la relación con uno mismo.

El ritmo es intrínseco en cada uno de nosotros y lo podemos observar en el latido de nuestro corazón, en la respiración, o en actividades cotidianas como caminar. Incluso desde antes de nacer estamos conectados con el latido del corazón de nuestra madre, por esta razón el ritmo nos evoca la misma sensación de protección, paz y nutrición que tuvimos estando en el vientre materno; y esa es la razón por la que es una práctica tan poderosa a nivel subconsciente.

Los tambores nos dan una oportunidad de dejar salir a nuestro niño interior, que está deseoso de ser libre, explorar y sentir a través del juego sin miedo de ser juzgado, al mismo tiempo que nos transporta a las reuniones que nuestros ancestros realizaban sentados en círculo alrededor del fuego para compartir, agradecer y enriquecer su comunidad. Es un método natural de integración y acercamiento a nuestro más profundo ser.

Esta actividad es ideal para:

• Empresas
• Eventos privados
• Clínicas y centros de rehabilitación
• Retiros

Duración recomendada por sesión:

De 45 a 90 minutos dependiendo de la cantidad de participantes.